ÉRASE UNA VEZ SMALL FAMILY
Small Family es fruto de sentimientos y pasiones… De una pulsera muy especial.
Del entusiasmo por el diseño. De la busqueda de la calidad y el trato exclusivo.
De la vuelta al trabajo artesano, a lo individual y a la ilusión por todas y cada una de nuestras piezas.
Del apoyo y el aliento de muchos. De la suerte de gustar. De personas felices de llevar nuestras joyas.
Del amor. A la pareja y a los hijos… a los padres, hermanos y abuelitos… a los amigos… a la primera en saludar cuando entras en casa…
¿qué nos esforzamos por hacer día a día?
CREAR piezas de alta calidad que combinen lo tradicional y divertido de llevar contigo a quienes quieres, con un diseño actual. Joyas alegres para todos los días que se adaptan a distintos estilos y edades.
Diseñamos y montamos artesanalmente nosotros mismos en España; nos apoyamos en un equipo de excelentes joyeros y profesionales para elaborar cada small family.
En Small Family nos sentimos orgullosos de caracterizarnos por hacer joyas con personalidad. Más allá de las tendencias actuales, nos atrevemos a llevar a cabo nuestros diseños sin ningún reparo.
Estamos felices de crear, crear y crear.
Nos vuelve locos la calidad
PLATA de Ley. ORO de Ley. Fundidos a la antigua usanza. A la cera perdida. Piezas únicas.
Nuestra piel tiene que ser de las mejores que se puedan encontrar. Suave y de alegres colores. Elaborada por artesanos curtidores que la tiñen y cosen para hacer nuestros exclusivos cordones.
Nuestro cuero no se pinta, Empieza con un tinte desde la misma raiz. No se cuartea con el uso normal.
Siempre a la búsqueda de materiales bonitos y naturales.
Nuestras cadenas son gruesas. Largas. Regulables y perfectamente terminadas.
Piezas recias y con vida, nunca planas,
Hechas en España con mucho mimo.
Presentamos todo de una forma muy especial, cuando recibes tu Small Family siempre hay un detalle para ti.
HISTORIA DE Una pulsera muy especial
Hace mucho tiempo que pasé los 6 años… pero cierro los ojos y puedo sentir la mano de mi madre rozando mi mejilla mientras vamos a hacer algunas compras a Sol. Huele a Navidad. Apoyo la cara en su abrigo de piel. Es tan suave. Me reconforta escuchar el tintineo de su pulsera. Siempre ahí. Aquella en la que estamos las tres hermanas colgando en medallas. Esa pulsera tan especial… en casa nunca me cansaba de admirarla en la cama tumbada. Pero no entendía por qué éramos las tres iguales. Ni por qué papá y mamá no estaban dibujados y sólo estaba su nombre.
En mayo del 2.008 volví a ver esa pulsera, un año después de morir ella. Había ya pasado los 30, tenía dos hijos maravillosos y un trabajo en publicidad que empezaba a ser incómodo. En Milán conocí una tía lejana de mi marido que llevaba un collar mejicano con todos sus nietos, otra vez planos e igualitos.
Y saltó la chispa.
Pensé ¿Por qué no? Y la hice. No era la primera vez que daba un giro radical a mi vida profesional. En aquella época tenía escasa formación técnica en joyería, pero creatividad a raudales y la idea en la cabeza. Quería que cada uno tuviera su personalidad en mis joyas, igual que se tiene en la vida real. Los quería VIVOS, sin ser planos. Con sonrisa y actividad. Graciosos y elegantes y, a ser posible, ni ñoños ni infantilones.
Casi eternos. En oro y plata, macizos y no huecos o diminutos en una fina chapa. MIMADOS, hechos a mano.
Con diseño y calidad. Bien montados, con paciencia y “savoir faire” no colgando de cualquier manera de una goma o cuero cutre pintado con nudos. Terminados al detalle. E identificados, por si hubiera alguna duda.
Pero, sobre todo, quería que quien llevase una Small Family se sintiese tan feliz como yo llevando mi pulsera. Por eso el lema de Small Family es “Con el deseo de generar alegría”, porque nace con esa ilusión.
¡Quería un montón de cosas!
Tengo la suerte de estar acompañada en mi aventura por grandes profesionales y amigos. Y por mi familia.
Y ya hace casi 10 años que mi primera Small Family vió la luz.
El logo de Small Family es mi propia Small Family con Plata y Misifú. El nombre se lo debo a la inspiración de mi marido, durante un divertido paseo por Madrid después de cenar.
